Llega el día de la madre.

Y llega ese día en que te conviertes en madre, y ser madre no significa dejar de cuidarse, está claro que los hijos nos dan muchísimas satisfacciones pero hemos de reconocer que nos quitan tiempo, horas de sueño y nos aportan preocupaciones, cuando son pequeños porque comen cada tres horas, y cuando son mayores porque no comen, o porque no estudian, o porque estudian demasiado, o porque tienen tos, o porque…ayyyyyy

El caso es que el hecho de ser madre en si mismo significa preocupación. Por todo esto necesitamos cuidados extras, necesitamos desconectar de vez en cuando y acordarnos de que además de madres somos mujeres y aunque nuestros hijos siempre nos ven guapas a ellos también les gusta que su madre se cuide, se dedique tiempo y esté relajada y de buen humor.

Para disfrutar de una misma es importante sentirse cuidada y bien dentro de nuestro cuerpo y sobre todo poder disfrutar de lo que nos gusta sin tener que estar pendiente de la depilación.

Si echáramos cuentas del tiempo que perdemos con la cera o la pinza, no dudaríamos en optar por la depilación láser o luz pulsada, además la piel que resulta después de este tratamiento es un ingrediente extra que también se disfruta.